El pasado 24 de marzo de 2020 iniciamos una campaña a través de este sitio web que se titulaba #noestassolo. La misma buscaba aportar datos de valor a personas involucradas en la Industria del Deporte durante una crisis mundial que prometía extenderse en el tiempo. Pero tras un año de pandemia conviene repreguntárselo.
Hemos visto en el último año cómo el deporte profesional ha vuelto a la actividad en el marco de las burbujas sanitarias, prescindiendo del público y cambiando la dinámica de consumo de la actividad.
Sin embargo, no podemos olvidar que esa es apenas la punta de la pirámide. Recordemos que el deporte profesional representa apenas el 20% del mercado total de la industria. El restante 80% es el que más está sufriendo en estos momentos.
¿Realmente #noestassolo? Es la pregunta que le hemos hecho a amigos y colegas a los cuales hemos visto reinventarse de mil maneras a lo largo del año. Las respuestas han sido variadas. Pocos se rinden, pero la sustentabilidad económica es cada vez más compleja.
Pero estamos ante una realidad que nos obliga a entender que el grifo del dinero se cerró para muchos en nuestro entorno. Especialmente en el mercado latinoamericano, donde estaba previsto un retroceso del 1,3% en el crecimiento de la industria.
Un año de pandemia: ¿cómo hacemos?
Lamentablemente tras un año de pandemia no hay fórmulas mágicas. Menos en el mundo del deporte. Siempre vamos a insistir en que la perseverancia, la paciencia y la resiliencia son claves en estos procesos. Si bien no pagan las cuentas al final del mes, sí ayudan a buscar los medios.
Un aspecto que nos ha llamado poderosamente la atención durante este año de pandemia es el de la alfabetización digital en la industria. En general, el apartado digital es cada vez más importante. Pero la particularidad de esta pandemia lo dejó más que claro.
En momentos en los cuales se normalizó la práctica de ejercicios en casa, o la necesidad de generar actividad comercial en línea, la presencia digital se convirtió en algo realmente mandatorio si queremos sobrevivir.
Las marcas más grandes entendieron que había una necesidad de consumo y apostaron muy fuerte por ello. ¿La conclusión? Sus ventas y descargas aumentaron en momentos en los que creció el tiempo en pantalla.
¿Y las Pymes? El caso es mucho más complejo, puesto que se convirtieron en los más pequeños en medio de una pelea de grandes. La solución que mejor hemos visto que se adapte es la de generar un plan estructurado y con paciencia (es difícil, sabemos) al momento de crear una marca digital.
Subirse rápido en la ola, es cierto, pero también sabiendo que hay que tener un plan de marketing; una estrategia digital clara; canales adaptados para una venta segura y saber cómo hacer llegar nuestro producto.
Para todo ello te podemos ayudar nosotros. Contáctanos y te explicamos cómo